Miguelina Morel Toribio apenas tiene 17 años, pero ya conoció con dolor interminable las consecuencias de la violencia. Su rostro, pecho y brazos fueron acuchillados y navajeados por tres mujeres, mientras un hombre la pateaba en el rostro en un colmado de la calle 2 del ensanche Bermúdez, en Santiago.
El horrendo hecho ocurrió la tarde del martes 30 de abril, y gracias a la intervención del tío de la menor, Martín Durán, los agresores no le hicieron más daño. Ese mismo día, la Policía Nacional detuvo a Ada Mata, una de las mujeres agresoras, pero horas después fue dejada en libertad sin explicación alguna.
El caso fue manejado por la ayudante fiscal, magistrada Joanna García Rivas, pero cuando ésta envió a buscar a la detenida para interrogarla, ¡vaya sorpresa! Ya la Policía la había liberado, y los demás agresores -Dessiré o “Deo”, Cristina, “La Cristi” y “Tito”- nunca estuvieron presos.
El médico legista forense, Eliel Rosario Suárez, certificó a través del reconocimiento 2,068-13 que Miguelina presenta varias excoriaciones, y la Real Academia Española define excoriar de la siguiente forma: “Gastar o arrancar el cutis o el epitelio, quedando la carne descubierta”.