Emisora

domingo, 30 de junio de 2013

Partido Revolucionario Dominicano


NACIMIENTO DEL PRD
El Partido Revolucionario Dominicano nace en el exilio el 21 de enero de 1939 en una histórica reunión celebrada en El Cano, Marianao, La Habana, Cuba, donde se aprobaron los principios democráticos expuestos por Enrique Cotubanamá Henríquez, ideólogo de la revolución democrática fundamentada en los principios de la solidaridad antillana, la lucha contra el fascismo, el combate contra las dictaduras latinoamericanas, la defensa del postulado enarbolado por la Revolución Mexicana de 1910, “democracia, sufragio efectivo universal No Reelección”, la adopción del Nacionalismo Democrático como contraposición al nacionalismo trujillista. El nacionalismo democrático es pluralista, abierto, progresista anti totalitario y revolucionario.
Las ideas fundacionales del PRD estaban conectadas con el movimiento democrático de la naciente izquierda democrática latinoamericana, con las posiciones de avanzada ideológica del APRA, del Perú, bajo la dirección de Víctor Raúl Haya de la Torre y bajo el influjo de las ideas democráticas de la solidaridad antillana esbozadas por José Martí. Participaron en la fundación del PRD, Juan Bosch, Juan Isidro Jimenes Grullón, Virgilio y Rafael Mainardi Reyna, Enrique Cotubanamá, Coronel Alexis Liz, José Manuel Calderón, Romano Pérez Cabral, Pipí Hernández, Lucas Pichardo, Pompeyo Alfau y Plinta Woss.
ACCIONES DE LUCHA ANTITRUJILLISTA EN EL EXILIO          
El PRD desarrolla múltiples acciones de desenmascaramiento de la dictadura trujillista, organiza movimientos de solidaridad sindical contra Trujillo, promueve condenas públicas de organizaciones laborales e instituciones democráticas, realiza piquetes contra las representaciones diplomáticas del dictador, organiza las Seccionales del PRD en Caracas, New York, San Juan, Aruba, Curazao, La Habana, coordinadas, entre otros, de Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón A. Castillo. Bajo la dirección del Profesor Juan Bosch, el PRD participa activamente en la expedición armada de Cayo Confites, en 1947, cuyo objetivo era el derrocamiento militar de la tiranía de Trujillo. Esta acción armada que contó con alrededor de mil doscientos combatientes fue traicionada por el Jefe del Ejército cubano, quien la vendió a Trujillo, desmantelando su centro de operaciones en el momento en que se disponía partir para enfrentar a Trujillo.
“La invasión” de Cayo Confites, fue financiada y encabezada por el rico hacendado dominicano Juancito Rodríguez, quien había salido al exilio luego de enfrentar a Trujillo y contó con el apoyo del Presidente Grau San Martín y de líderes democráticos del Caribe. Hubo una gran cantidad de internacionalistas combatientes, entre ellos, el entonces Presidente del Comité cubano estudiantil de solidaridad con la República Dominicana, Fidel Castro.
Dos años más tarde se organiza la expedición armada de Luperón contando con el apoyo del Gobierno democrático del Presidente guatemalteco Juan José Arévalo. Este movimiento era un residuo insuficiente del fracaso de Cayo Confites, fue impedido de coordinar las acciones combinadas de desembarco aéreo y sólo una de las naves arribó a las costas dominicanas siendo exterminados sus combatientes y apresados otros. El PRD no participó en esta intentona y llegó a criticar el método aislado de lucha empleado en los preparativos de esta acción militar, con lo cual inició un proceso de conciencia en relación con las acciones armadas desde el exterior, indicando que las mismas debían estar vinculadas a acciones internas y externas de mayor envergadura, que conduzcan a la liquidación del trujillismo.
El PRD organiza y dirige la campaña de denuncias contra los crímenes trujillistas en el exilio, se convierte en la voz principal de desenmascaramiento del secuestro y asesinato del profesor Jesús de Galíndez en New York, de parte de Trujillo, realizando a través del compañero Nicolás Silfa, una labor constante de acoso a las representaciones trujillistas en los Estados Unidos. El PRD denuncia los crímenes de Mauricio Báez y Pipí Hernández en Cuba, dirigidos por Trujillo. Con motivo de las expediciones armadas del 14 y 20 de junio de 1959, al calor del triunfo de la Revolución Cubana, el PRD decide no participar en las mismas señalando el carácter limitado de dichas acciones y la ausencia de condiciones internas para respaldar efectivamente ese movimiento armado debido al férreo control trujillista sobre la población en esos momentos, así como también a contradicciones surgidas en cuanto a la participación en igualdad de condiciones en la dirección de la expedición, que exigía el respaldo o sumatoria pura y simple del PRD a la dirección ya constituida, sin embargo, los compañeros perredeístas de la seccional de La Habana, encabezados por los hermanos Mainardi Reyna y Lucas Pichardo, deciden embarcarse en la gesta del 14 de junio de 1959. De todos los grupos anti trujillistas del exilio sólo el PRD y el Movimiento Popular Dominicano no participaron en dichas expediciones armadas.
La descomposición del régimen trujillista, el agotamiento de su modelo económico y social, el cambio en la correlación de fuerzas con las caídas de los dictadores y el triunfo de la revolución cubana, los efectos políticos de la inmolación de los héroes y mártires del 14 de Junio, la creación de conciencia anti trujillista, la resistencia del Movimiento Clandestino 14 de Junio, el encarcelamiento masivo de jóvenes, la actitud de la Iglesia Católica, que rompió con Trujillo con su famosa Carta Pastoral del 25 de enero de 1960, en defensa de los jóvenes presos del 14 de Junio, las sanciones diplomáticas y comerciales impuestas a Trujillo por la Conferencia de Cancilleres de San José de Costa Rica, como consecuencia de la participación de Trujillo en el intento de asesinato del Presidente venezolano Rómulo Betancourt, el 25 de junio de 1960, así como el asesinato conmovedor de las hermanas Mirabal el 25 de noviembre de 1960, crearon las condiciones para su desaparición política y física, hechos que culminaron con la gesta patriótica del 30 de mayo de 1961. 
5 DE JULIO DE 1961         
Ajusticiado el tirano Trujillo el 30 de mayo de 1961, el Partido Revolucionario Dominicano llega a territorio nacional el 5 de julio de 1961, acogiéndose a las garantía ofrecidas por el Presidente Balaguer a una comisión integrada por los compañeros Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón A. Castillo, para realizar actividades políticas públicas. Esta comisión inició el camino de la democratización luchando contra los remanentes trujillistas encabezados por el hijo mayo del tirano.
El PRD desafió el terror difuso y promovió la lucha por la libertad, para esos fines se organizó en todo el país a través de los subcomités y comités provinciales y municipales. Con la llegada del profesor Juan Bosch, el PRD prosigue una labor de educación política a través de charlas radiofónicas diarias por Tribuna Democrática, diferenciándose de los otros partidos anti trujillistas por el mensaje claro que explicaba que muerto Trujillo el aspecto principal de la lucha democrática era de carácter social contra los males económicos.
El PRD propuso que el discurso político fuera orientado a establecer las diferencias entre los explotados y sus explotadores, entre los campesinos y los latifundistas, entre los “hijos de machepa” y los “tutumpotes”, abogando por una reforma agraria amplia y por cambios en la dirección del Estado. Tanto los partidos Unión Cívica Nacional como Agrupación Política 14 de Junio desarrollaron un discurso anti trujillista que obviaba las contradicciones fundamentales de la sociedad dominicana.
La Unión Cívica representó los intereses de la vieja burguesía desplazada por la burguesía trujillista en 1930, que había recuperado el poder parcialmente con el Consejo de Estado y que fue derrotada por el PRD y Juan Bosch en las elecciones del 20 de diciembre de 1962. La acusación más socorrida contra el PRD y Bosch era la de comunista, acusación que sirvió de base para su derrocamiento siete meses después de asumir el poder.
1963, LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA          —^
El Gobierno del PRD y Bosch fue un modelo de libertades públicas y democráticas que garantizó conquistas sociales importantes, a pesar de su breve ejercicio de poder. La Constitución del 29 de abril de 1963 garantizó los derechos de los trabajadores, su participación en los beneficios de las empresas, su derecho a la inamovilidad sindical, la prohibición del latifundio y el minifundio, la igualdad de derechos a los hijos de matrimonio y naturales, educación laica, la defensa de la soberanía, la eliminación de los monopolios, entre otros logros de significación social.
El gobierno democrático del PRD fue depuesto por una conspiración de grupos conservadores oligárquicos, parte del clero conservador y los asesores militares norteamericanos que respondieron al Pentágono y estimularon la aventura golpista.
RESISTENCIA AL GOLPE, LA INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA          
El Golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963 produjo las deportaciones de los principales líderes del PRD, así como la de los miembros del Gabinete perredeista, nuestro local fue ocupado por la policía y la represión se generalizó en todo el país.
El PRD empezó en la práctica ha ser dirigido por José Francisco Peña Gómez quien en coordinación con Bosch, planteó la necesidad de reorganizarse y crear las condiciones para producir acontecimientos que repusieran la constitucionalidad. La Agrupación Política 14 de Junio propuso al PRD un alzamiento conjunto armado para reponer la constitucionalidad. El PRD, a través de Peña Gómez, indicó que esa organización tenía que reestructurar sus fuerzas, que había un reflujo político en toda la nación e invitó al 14 de Junio a que aplazara su alzamiento guerrillero hasta que en un plazo de seis meses o un año se crearan las condiciones propicias para acciones armas en la ciudad y en el campo, con las masas movilizadas que condujera al derrocamiento del Triunvirato.
El 14 de Junio desestimó las recomendaciones de Peña Gómez y produjo el levantamiento guerrillero que fue masacrado por las fuerzas militares, perdiendo la vida, entre otros valiosos jóvenes, el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, líder de proyección democrática y anti imperialista, cuyo martirio anti trujillista fue un símbolo de la resistencia y la dignidad nacional, junto a las asesinadas hermanas Mirabal.
El PRD desarrolló exitosamente la táctica de crear dos direcciones políticas, una formal y pública, liderada por dirigentes conservadores que nos permitieran ejercer actividades públicas y legales, fue el caso de Pasito Ares, viejo luchador anti trujillista del exilio, Virgilio Mainardi Reyna, Antonio Martínez Francisco, importador, con nexos con la Embajada norteamericana, mientras una dirección efectiva y real, organizaba la conspiración política y militar para derrocar el Triunvirato y dirigía la lucha de masas, encabezada por José Francisco Peña Gómez, en el plano político y el doctor José Rafael Molina Ureña, Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso disuelto por el Golpe, como enlace con los militares constitucionalistas.
El PRD puso en marcha la acción del contragolpe militar constitucionalista sustentado en la elección del doctor Juan Casasnova Garrido, Presidente del Senado, y según la Constitución del 1963, a quien correspondía la presidencia de la república, en ausencia del presidente y el vicepresidente, quienes se encontraban en el exilio.
La escogencia de Casasnova Garrido, en sesión clandestina del Congreso, fue vista con simpatía por el sector liberal del departamento de Estado norteamericano y la Administración Kennedy, quienes se opusieron al Golpe de Estado del 25 de septiembre y se negaron a reconocer a las autoridades surgidas de ese Golpe, quienes eran apoyadas por el Pentágono, esa contradicción entre Kennedy y las fuerzas militaristas norteamericanas, partidarias de gobiernos fuertes y dictaduras de derecha militar, provocaría entre otras razones el asesinato del presidente de los Estados Unidos de América el 22 de noviembre de 1963.
El contragolpe fue develado el 30 de octubre de 1963 y apresados centenares de oficiales de la Base Aérea de Santiago, entre ellos el líder del contragolpe el Coronel Santiago Rodríguez Echavarría, así como Casasnova Garrido, el Presidente provisional, quien fue deportado a Puerto Rico.
A partir de entonces, José Francisco Peña Gómez dirigió toda la propaganda y organización de lucha, huelgas, enfrentamientos, participación de trabajadores, estudiantes, chiriperos, clase media, masas populares, cuyo clamores llegaron a los cuarteles militares integrando varias conspiraciones, entre ellas, la dirigida por el Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien respondía directamente al retorno a la constitucionalidad y el Profesor Bosch al poder.
Peña Gómez articuló varias formaciones conspirativas estimulando la lucha por el desplazamiento del Gobierno de facto, entre ellas, con militares simpatizantes del balaguerismo. Fue el momento de proyección y desarrollo de un nuevo líder nacional, José Francisco Peña Gómez, expresión sociológica de las masas humildes y desamparadas.
El derrocamiento del Triunvirato, la reposición de la constitucionalidad, la lucha contra el enclave militar oligárquico de San Isidro, la derrota de ese sector militar en la batalla del puente Duarte el 27 de abril de 1965, el surgimiento del liderazgo del Coronel Francisco Caamaño, la intervención militar norteamericana del 28 de abril de 1965 en auxilio del bando derrotado y para evitar el retorno de Bosch al Poder, colocaron al PRD en la vanguardia de la lucha por la soberanía nacional contra los invasores.
La composición mayoritaria de todos los comandos de combatientes constitucionalistas correspondieron al Partido Revolucionario Dominicano, sus más bravos comandantes civiles eran militantes y simpatizantes del PRD, como fueron los casos de Fico Orsini, Eliseo Andujar, alias Barahona, Arturo Pujols, Pichirilo, Jaime Cruz, entre otros valientes.
El Gabinete del Gobierno constitucionalista de Caamaño estaba integrado, casi en su totalidad, por personalidades vinculadas o dirigentes del PRD. Peña Gómez fue la voz que convocó al pueblo al combate la tarde del 24 de abril de 1965, y quien le correspondió la misión de poner fin a la guerra de abril, cuando en una histórica intervención en el Gobierno de Caamaño, donde se discutía la posibilidad de un acuerdo auspiciado por la OEA para la creación de un Gobierno provisional encabezado por el doctor Héctor García Godoy, que incluía el retiro de las tropas invasoras en un plazo determinado, y ante la resistencia de varios sectores, hizo prevalecer la posición del PRD y de Juan Bosch.
LA CONTRAINSURGENCIA, LA LUCHA CONTRA EL TERROR       
Con el “triunfo” del doctor Joaquín Balaguer el primero de junio de 1966, con la presencia de la bota invasora norteamericana en el país, con el terror difuso, con crímenes diarios de combatientes constitucionalistas, con la imposibilidad de hacer la campaña electoral del candidato presidencial del PRD, acosado por la violencia de bandas y grupos terroristas, se inició un período balaguerista de 12 años de intolerancia y despotismo, violación a los derechos humanos, reelecciones impuestas por la fuerza y el atropello, asesinatos. Este modelo se correspondió con la llamada contrainsurgencia en la lucha de la “guerra fría” contra el comunismo.
El PRD dirigido por Peña Gómez, ante la nueva ausencia de Bosch, dirigió la lucha de masas y los combates diarios por las libertades públicas, fortaleciendo su incidencia y la proyección de su liderazgo. Gracias a la campaña de denuncias contra el terror balaguerista que llegó hasta las mismas escalinatas de la Casa Blanca en Washington, apoyados en los sectores liberales de la política estadounidense, se eliminó la “Banda anti comunista” engendro de muerte al servicio del Gobierno. Esta campaña internacional fue dirigida por José Francisco Peña Gómez y Milagros Ortiz Bosch.
DIVISION Y NUEVO LIDERAZGO, LA LUCHA DE LAS IDEAS          
Las confrontaciones de ideas se empezaron desarrollar con el lanzamiento de Bosch de la llamada “Dictadura con respaldo popular” en 1969, que establecía la lucha por un régimen de izquierda con posiciones progresistas enfrentado a los Estados Unidos, en quien Bosch veía un todo absoluto y no un país con contradicciones y posiciones internas liberales. En cambio, Peña Gómez asumió una posición intermedia para evitar la división del PRD, y planteó que la tesis de la Dictadura Popular fuese aprobada por la 5ta Convención del PRD, sólo en principio, para su estudio y posteriores recomendaciones, con lo cual evitaba que Balaguer, apoyado en esa tesis ilegalizara al PRD y este dejara de ser un partido democrático.
En 1973 se agravaron las contradicciones entre Bosch y Peña Gómez, que se venían manifestando desde que en la coyuntura electoral de 1970, Peña Gómez planteó la alianza de fuerzas anti reeleccionistas, de todos los matices ideológicos, para lograr el desplazamiento del Gobierno de Balaguer, principal amenaza de la democracia política. Producto de esas posiciones que llevaron al PRD a practicar acciones conjuntas por la superación del estado de terror que vivía el país, sobre la base argumentada por Peña Gómez de que un Gobierno puede ser legal y constitucional por su origen pero ilegítimo por sus acciones, tuvo Peña Gómez que abandonar el país al regreso de Bosch en mayo de 1970, yéndose a estudiar a París, para evitar un choque con su maestro y guía.
Las contradicciones asomaron de nuevo, a propósito del sorpresivo desembarco del Coronel Caamaño al frente de un destacamento guerrillero por las costas del Sur. A pesar de establecer claramente que no tenía ningún compromiso político ni militar con el Coronel Caamaño, héroe nacional, Peña Gómez sustentaba la idea de que debíamos proteger su vida ante el desenlace inminente de una tragedia, debido a la lucha desigual que estaban desarrollando contra miles de soldados y la maquinaria de guerra del Estado dominicano, pidiendo al Presidente Balaguer que evitara su muerte. Este planteamiento fue considerado por Bosch como contrario a la posición oficial de informar su total separación de la vida y el destino escogido por Caamaño.
El héroe de abril fue asesinado, pero su muerte fue el principio de la división definitiva de Bosch y Peña Gómez. Peña Gómez planteó sus ideas, sus concepciones sobre los liberales de Washington, el papel determinante de estos liberales en la búsqueda de cambios en la República Dominicana, la posibilidad de aislar a Balaguer quitándole el pretexto de la lucha contra el comunismo, de la cual se beneficiaba, desenmascarando su errática obra de Gobierno, la corrupción estatal y sus violaciones al orden democrático.
Peña Gómez le puso fin a las abstenciones electorales que ayudaban a Balaguer, planteó la participación electoral y la movilización del pueblo por la democracia, formó el Acuerdo de Santiago, donde integró fuerzas tan opuestas como el Partido Quisqueyano Demócrata, del general Wessin, y el Movimiento Popular Dominicano, de izquierda revolucionaria, así como el Partido Revolucionario Social Cristiano.
Esta coalición estuvo al punto de ganar las elecciones ahogadas en sangre y terror por Balaguer en 1974, obligándolos a la abstención forzada. Bosch formó un nuevo partido, el Partido de la Liberación Dominicana, denunciando que no era posible ganarle elecciones a Balaguer y comprometiéndose a luchar por un gobierno de izquierda en el país, según él, para completar la obra inconclusa de Juan Pablo Duarte.
Peña Gómez afilió el PRD a la Internacional Socialista, amplió sus relaciones internacionales y condujo al PRD a la victoria electoral el 16 de mayo de 1978, logrando nuevas victorias, entre ellas la de 1982.
La lucha ideológica dentro del PRD conllevó la superación del concepto de “nacionalismo revolucionario” enarbolado en los años 60 para explicar las posiciones revolucionarias democráticas dentro de las defensas nacionalistas y patrióticas correspondientes al legado de las burguesías americanas que hicieron posible las independencias locales de la Metrópolis colonial, se trataba de una reformulación del nacionalismo a la luz de los inaplazables cambios revolucionarios que sacudían la humanidad.
El PRD planteó en su 10ma. convención ordinaria en 1979, en un documento elaborado por Ivelisse Prats de Pérez, Rafael Ángeles Suárez y Tony Raful, y así fue aprobado, la ideología del socialismo democrático y la transformación del viejo esquema de la revolución democrática nacional, por un socialismo plural, autogestionario, democrático, de sólida sustentación de las fuerzas productivas nacionales y fortalecimiento del mercado interno, así como activa presencia solidaria con los bloques tercermundistas en lucha contra los vestigios neocolonialistas y las pretensiones de expansión imperialista.
EL CONCEPTO DE PEÑA GÓMEZ SOBRE LOS GOBIERNO DE TRANSICIÓN.          
José Francisco Peña Gómez, ideólogo y líder del PRD, planteó que tanto el gobierno del Presidente Antonio Guzmán como de Salvador Jorge Blanco, eran gobiernos de transición democrática hacia la consumación de la visión estratégica del Partido, la coronación de los objetivos socialistas democráticos y el afianzamiento de un régimen de cambios profundos, de transformaciones económicas y logros sociales de los trabajadores y campesinos.
Esa plasmación del valor estratégico de sus planteamientos estaba condicionada al buen ejercicio de los gobiernos perredeístas de transición, entendiendo que el adecentamiento del Estado, la eliminación de la corrupción, las libertades públicas, la democracia formal, las medidas y disposiciones sociales en beneficio de la población, fomentaba la idea de arribo de una administración que encarara los problemas de raíz, las causas subyacentes de la injusticia y la desigualdad espantosa de nuestra sociedad.
Aunque nunca lo dijo explícitamente, esa materialización de la estrategia solamente la podía producir el propio Peña Gómez, basado en su liderazgo histórico y en la fuerza de las masas que lo catapultaría al escenario de las grandes decisiones sociales, trascendentes.
Tanto Guzmán como Jorge Blanco agotaron la transición y el concepto de la democracia política, lo que obligaba a Peña Gómez como lo hizo a relanzar su propia plataforma ideológica, no en sustitución del PRD, sino para sustentar al PRD para esa nueva batalla por el Poder real, de ahí la fundación del Bloque Institucional Social Demócrata en 1984, reconvocando las fuerzas sociales de los cambios en la República Dominicana.
Pero el paso por el poder en los dos períodos 1978-82 y 82-86, habían erosionado el liderazgo de Peña, en cuanto a sus ideas revolucionarias estratégicas, el tejido social del PRD se había contaminado con las posiciones de mando del Estado, el clientelismo de las candidaturas llevado a extremos irrespetuosos para el propio líder del Partido, sustrajo parte de la fuerza histórica y prolongó la idea de la transición de los gobiernos, reconvirtiendo al PRD en un partido del sistema con una propuesta de futuro anclado en un presente perpetuo.
Contra esa idea se rebeló José Francisco Peña Gómez, asumiendo la pre candidatura presidencial en 1985, con la finalidad de evitar la extinción de su liderazgo o la domesticación del mismo al servicio de los gobiernos de transición, que ya habían cumplido su misión histórica. Lo hizo para evitar que el PRD sucumbiera en un partido clientelista, de busca vidas, de oportunistas y de servidores de los intereses creados. Lamentablemente tuvo que enfrentarse a Jacobo Majluta, un político sagaz y preparado, como un hermano, pero quien no entendió que no se trataba de una lucha contra sus aspiraciones, sino de un lanzamiento en defensa de la base primigenia del partido, de su horizonte ideológico, de su materialización estratégica.
El compañero Majluta estimulado por grupos y sectores del poder social y económico del país, pensó que él podía ampliar la idea de la transición con un modelo productivo diferente al conocido en la transición de Guzmán y Jorge Blanco, desafiando al líder del partido, perdiendo las perspectivas, lo cual dividió al Partido y lo condujo a la derrota o aparente derrota de 1986, pero que se traduce en la pérdida del Poder del PRD y el retorno del inefable Joaquín Balaguer.
BOSCH, BALAGUER Y PEÑA GÓMEZ          
Con un PRD dividido, el Partido de la Liberación Dominicana se fortaleció como opción para destronar del Poder a Balaguer, empecinado en su reelección presidencial en 1990 en medio de una crisis social y económica profunda. A pesar del gran apoyo recibido por Bosch, Balaguer, una vez más, por medios fraudulentos, impidió su victoria. La posibilidad de unificar ideas democráticas entre el PRD y el PLD, por primera vez desde la división de 1973, no pudo concretarse por la terquedad y ceguera política de las pasiones humanas. Esa posibilidad articulada por un gran acuerdo social e ideológico entre Bosch y Peña Gómez hubiese cambiado el rumbo de la historia dominicana.
Aunque Peña Gómez nunca estuvo radicalmente opuesto a un acercamiento ideológico, el carácter, temperamento y resentimiento de Bosch, impidieron su realización, aunque hubo mediaciones de ambas organizaciones en ese sentido. Consciente de que el individualismo de Bosch impedía la unificación de propósitos en lo ideológico y en lo político para propiciar cambios progresistas, Peña Gómez, recondujo su partido unificando las fuerzas disidentes, reaglutinando a la mayoría de sus dirigentes, unificándolo, modernizándolo y se lanzó a la conquista del Poder en 1994.
El liderazgo de Peña Gómez alcanzó una fuerza colosal, impresionante con sus propuestas de Gobierno compartido y de Primero la gente, Peña estableció toda una estrategia política de mando para la realización de sus objetivos.
Identificó las fuerzas sociales fundamentales de su Gobierno, orientó el gasto público en sus ofertas, privilegió a los trabajadores y gente humilde, asegurando una administración justa, mientras lograba expandir su liderazgo internacional en varios continentes desde la tribuna socialista, como aliado incondicional de los pueblos en lucha por su liberación.
Un fraude escandaloso frustró su ascenso al Poder pero la denuncia del fraude ejecutado por Balaguer para desconocer la victoria de Peña Gómez alcanzó todos los rincones del mundo, pudo ser demostrado, el único fraude electoral demostrado compruebas fehacientes en los organismos internacionales, lo que obligó a Balaguer a pactar un acuerdo que produjo la reforma constitucional que recortó dos años a su período y prohibió la reelección presidencial, la elección de primera y segunda vuelta entre otros cambios importantes, pero lograron burlarse de los acuerdo previos, que establecían el porcentaje de 45% más un voto, como requisito para ganar en Primera Vuelta, logrando colocar el 50 % más un voto, emboscando de esta manera la elección de Peña Gómez, quien sacaría alrededor de un 47% en dicho certamen.
La alianza anti histórica y burda entre el PLD y el PRSC, tronchó el camino del líder popular más grande de nuestra historia, en medio de una campaña sucia, denigrante, racista y violenta desatada contra él, condicionando el voto de muchos electores, así como acciones de indudable carácter fraudulento. Es bueno destacar que luego de la Primera Vuelta, Peña Gómez recibió ofertas del “anillo palaciego” del Presidente Balaguer para pactar su triunfo sobre la base de garantizar impunidades y sustituir su candidato vicepresidencial, lo cual fue rechazado, prefiriendo no obtener el poder, si era a precio de la rendición de principios y de menoscabo de su dignidad y compromiso frente al pueblo dominicano.
PEÑA MUERE, PEÑA VIVE          
Aunque muere días antes de las elecciones congresuales y municipales de 1998, Peña Gómez había asegurado, con su liderazgo herido por el hacha de una enfermedad mortal, la victoria del PRD en 25 provincias. Su muerte ocasiona un gran vacío en el seno del PRD, desconcierta y confunde, pero siembra las semillas de la victoria en el año 2000 y la derrota del PLD. Volvíamos entonces a la idea de los gobiernos de transición, en este caso, obligados por la tragedia inmensa de su muerte, por el vacío de su liderazgo.
Obligados a partir de entonces a buscar sus ideas, su pensamiento, el valor de ideología y a forjar un liderazgo colectivo que nos retorne a la fuente de principios que él encarnó con su ejemplo y vocación de servicio por el país. Hora de reencontrarnos con él en esta hora latinoamericana y caribeña de nuevas experiencias socialistas. Hora de defender el PRD que Peña Gómez forjó con su amor y sacrificio por el pueblo dominicano.

martes, 25 de junio de 2013

Guillermo Moreno acusa de Leonel Fernández de obstruir la justicia
SANTO DOMINGO. El exfiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno, denunció que el expresidente Leonel Fernández pretende enviar una "turba de togados" a la audiencia programada para el viernes 28, con la finalidad de evitar que "los graves hechos narrados y sobradamente documentado en la querella, sean investigados".

"La estrategia del expresidente es la de impedir que se pueda ordenar y realizar la investigación porque se pondrá al descubierto la magnitud real de su involucramiento, desde la Presidencia de la República, en bochornosos actos castigados como crímenes y delitos por la legislación penal dominicana", dijo.

Moreno, quien sometió a la justicia al exmandatario acusado de lavado de activos y corrupción, ofreció hoy una rueda de prensa en que reiteró que pedirá al juez el próximo viernes que revoqué el archivo y ordene hacer una investigación de la querella contra Fernández.

Pidió a la población que se mantenga vigilante y alerta "frente a los manifiestos intentos del expresidente Leonel Fernández de obstruir la justicia" y advirtió que las turbas ni ningún tipo de poder lo intimidarán.

A continuación el texto completo de la declaración de Moreno:

Hay planes para obstruir de nuevo la audiencia de próximo viernes 28

Guillermo Moreno junto a sus abogados los Dres. Cristóbal Rodríguez, Jorge Luis Polanco y Moisés Almonte, realizó en el día de hoy una rueda de prensa en la que hizo la siguiente declaración:

"El pasado viernes 21 estaba prevista la celebración de la audiencia para conocer la objeción al archivo de la querella contra el expresidente Leonel Fernández y FUNGLODE dispuesto por la Fiscalía del Distrito Nacional. La audiencia no pudo llevarse a cabo por la curiosa coincidencia de un prolongado apagón y el colapso de la planta de emergencia del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, según reportó la prensa.

A esa audiencia Leonel Fernández, una vez más, no se presentó pero si organizó y envió una turba de beneficiarios de sus corruptos gobiernos, suministrándole togas y birretes a muchos de ellos por no ser abogados, con la expresa finalidad de obstaculizar el normal desenvolvimiento de la referida audiencia.

La convocatoria de una turba por el expresidente es un acto de obstrucción de la justicia, que lo coloca al margen de la ley.

¿Por qué razón, estando apoderado el órgano competente para conocer de la querella y respetársele al querellado su derecho de defensa, éste promueve acciones para la obstrucción de la justicia?

La respuesta es que Leonel Fernández quiere evitar a toda costa que los graves hechos narrados y sobradamente documentados en la querella, sean investigados. Esta situación se agrava porque lejos de controvertir, el expresidente se ha visto obligado a reconocer que los hechos que dieron ocasión a la querella efectivamente se cometieron.

Por esta razón, la estrategia del expresidente es la de impedir que se pueda ordenar y realizar la investigación porque se pondrá al descubierto la magnitud real de su involucramiento, desde la presidencia de la República, en bochornosos actos castigados como crímenes y delitos por la legislación penal dominicana.

Sin el derecho de su parte, apela al recurso de la obstrucción de la justicia. Recurre a la turba vociferante y agresiva pretendiendo avasallar las instituciones. Este es el medio propio de quien no tiene de su lado el derecho. De quien se sabe culpable y tiene que impedir a toda costa que se conozca la verdad y la subsecuente condena.

El expresidente necesita mostrar su poder de intimidación; mostrar que él está por encima de la ley y de las instituciones y hacernos creer que en el país ni hay ministerio público que le investigue ni juez que le condene.

Frente a toda esta situacion nos vemos precisados a informar a la ciudadanía dominicana, lo siguiente:

1º.- Es de nuestro conocimiento que de nuevo se está convocando a la "turba de togados" para el próximo viernes 28, al palacio de justicia, para impedir por éste y otros medios que se pueda celebrar la audiencia en el primer Juzgado de la Instrucción.

2º.- Comunicarle a la ciudadanía que ni las turbas, ni todo el poder que pueda exhibir el expresidente y sus socios corporativos, nos atemorizan ni nos intimidan y que el próximo viernes 28 a las 9 a.m., de nuevo nos presentaremos en la sala de audiencia del primer juzgado de la instrucción del Distrito Nacional en el palacio de justicia de Ciudad Nueva.

3º.- Ese día viernes 28 vamos a ratificar nuestro pedimento al Juez de la Instrucción para que revoque el archivo y ordene hacer la investigación de la querella contra el expresidente Leonel Fernández.

4º.- Advertir que a esa audiencia iremos exclusivamente con la ley y la justeza de la causa que estamos asumiendo y defendiendo, que no es otra, que el reclamo de que se investigue y castigue la corrupción y que se acabe con la impunidad en nuestro país.

5º.- Pedirle a la ciudadanía que se mantenga vigilante y alerta frente a los manifiestos intentos del expresidente Leonel Fernández de obstruir la justicia y de impedir que se investiguen los graves delitos de corrupción cometidos durante su desempeño como primer mandatario de la nación"

domingo, 23 de junio de 2013


Domingo de Guzman
Domingo de Guzman organizo la cruzada que fue desatada en contra de los albigense 1208 - 1209, ordenada por la cede pontifica, quien es decir la exterminación de los "herejes"  y de los movimientos extra iglesia que surgieron, formo la "ORDEN DE LOS DOMINICOS" en 1206. Mas luego la iglesia reconoció la "santa labor" de este "insigne" predicador de ser el protagonista de la matanza hecha a los seguidores de los principios Bíblicos.

La sede pontifica lo elevo al grado de "santo", y ha sido tanta su gloria que nuestro país ( REPÚBLICA DOMINICANA) honra su nombre, al ser llamada la capital de República "SANTO DOMINGO DE GUZMAN; y el nombre de REPÚBLICA DOMINICANA es puesto en honor a la orden de "LOS DOMINICOS", fundada por el, no es que este sea un país maldito, sino que es consecuencia de que fue Colonia española, país gobernado por reyes católicos, los cuales dejaron profundas raíces en las tradiciones de este pueblo, a tal grado que la religión oficial es la Católica, y a pesar de que  gran numero de Iglesias Protestantes todos sus presidentes han sido en la inmensa mayoría de los casos "Católicos".
La Universidad Autónoma de Santo Domingo, desde hace algún tiempo mantiene en circulacion una mascota tamaño regular donde se hace referencia a los albigenses, catalogandolos al igual que en otrora "como Herejes, dignos de ser martirizados por el maestro de Santo Tomas de Aquino, es decir Santo Domingo de Guzman.

jueves, 20 de junio de 2013


Desiderio Arias

Desiderio Arias fue un líder militar y caudillo de gran valentía, que alcanzó prestigio y renombre en todo el país, especialmente entre los campesinos de Montecristi y demás pueblos de la Línea Noroeste.

Nació en el 1872, época en que Buenaventura Báez gobernaba el país por cuarta vez. Desde esa fecha y hasta la edad de 27 años (cuando mataron a Lilís), siete personalidades se disputaron el poder durante quince períodos de gobierno. Casi todos eran generales.

Tomás Arias y María Eugenia Alvarez lo trajeron al mundo en Muñoz, sección de Puerto Plata, que para esa época era una común, hoy provincia. Sus padres se trasladaron a Cañongo, Montecristi, donde aprendió labores de ganadería (Rufino, Martínez, Diccionario Biográfico-Histórico Dominicano 1821-1930).

Siendo muy joven, ingresó a trabajar en la Casa J. I. Jiménez & Co., empresa propiedad de Juan Isidro Jiménez, rico comerciante y destacado político dominicano.

Obtuvo sus primeras experiencias en el manejo de las armas, después que ajusticiaron al dictador Ulises Heureaux (Lilís), el 26 de julio de 1899. Luego se unió al movimiento insurreccional encabezado por los primos Horacio Vásquez y Ramón Cáceres Vásquez, responsables directos de la eliminación del déspota.

En aquel entonces, el general Wenceslao Figuereo asume el poder y gobierna por dos meses. Horacio Vásquez lo sustituye en agosto y le da paso a Juan Isidro Jiménez, quien se juramenta el 15 de noviembre. El nuevo gobierno nombra a Desiderio Arias como Ayudante de Plaza.

En 1902, Arias contrae matrimonio con Simeona Castro, mejor conocida como Pomona, hermana del general Andrés Navarro, un reconocido político y militar de la Línea Noroeste, uno de los principales hombres de armas del presidente Jiménez.

El 2 de mayo de ese año, Vásquez derroca a Jiménez y, por presiones de su cuñado, el general Navarro acepta el cargo de Comandante de Armas de Monte Cristi. Al año siguiente se produce un cambio de gobierno, el general Carlos Morales Languasco toma posesión y nombra a Arias gobernador de esa misma ciudad, cargo que ocupó hasta el 1905 cuando el vicepresidente Ramón Cáceres toma posesión de la primera magistratura, a raíz de que Morales Languasco es forzado a renunciar y abandonar el país.

Al año siguiente, Desiderio Arias y el general Demetrio Rodríguez se revelan contra Cáceres en el noroeste, las fuerzas del gobierno azotan toda la región para doblegar a los insurrectos y logran sofocar a los revoltosos. Rodríguez resulta muerto y Arias se va al exilioa para Ponce, Puerto Rico.

Permanece durante seis años en el exterior hasta que recibe la noticia de que Cáceres había sido asesinado. En ese año de 1911, don Eladio Victoria y Victoria se hace cargo de la Presidencia.

La guerra civil se extiende por todo el país. Desiderio Arias se traslada hacia Saint Thomas, donde Horacio Vásquez se prepara para combatir al gobierno. Desde ahí se dirige con su guerrilla hacia el país penetrando por la frontera norte de Haití hasta Monte Cristi donde inicia su combate.

El año 1912, el país sufrió una de sus más crueles luchas. La ‘‘guerra del doce’’ fue una de las más sangrientas de todas las guerras que registra la nación. En ella Arias se enfrentó con valor, temeridad y astucia en las faenas bélicas. Este hecho le permitió mostrar sus excepcionales condiciones de guerrillero, ganar mayor popularidad e influencias.

En 1914 Jiménez, llega a la Presidencia por segunda vez. Arias pasa a ocupar el cargo de Ministro de Guerra y Marina. Arias, en diferentes ocasiones, demandaba cargos y beneficios para sus hombres que el gobierno no podía satisfacer.

Esto provocó que surgieran diferencias con Jiménez, quien lo destituyó de sus funciones. EEUU sospechó que el depuesto daría un golpe de Estado, lo que aprovechó para maniobrar e intervenir el país. Jiménez renuncia a la presidencia como forma de desaprobar la intromisión. Los norteamericanos vencen la resistencia armada en Montecristi y Puerto Plata. Al llegar a la capital las tropas toman la ciudad pacíficamente. Arias no ofreció resistencia.

En las elecciones de 1924 Vásquez gana la Presidencia y la intervención llega a su fin. Gobernó hasta el 1930. El 23 de febrero Trujillo encabezó un movimiento que recibió el apoyo de Arias.Sacan a Vásquez del poder, Rafael Estrella Ureña gobierna provisionalemente.

En mayo se celebran elecciones y Trujillo logra quedarse con el poder. A Arias le tocó una curul en el Senado, pero al poco tiempo de instaurada la dictadura se sublevó contra el tirano. Esta se convirtió en su última insurrección. El 20 de junio de 1931 los militares leales al régimen eliminaron al guerrillero que quiso hacerle la vida imposible Trujillo.

martes, 18 de junio de 2013

"Sorprendido estoy de como la gente mantiene latente en su mente los errores de los demás y cuan rápido olvidan los de ellos"
                                                                                 David Ant. Pacheco 

lunes, 17 de junio de 2013

Batalla del 19 de marzo 1844



Batalla del 19 de marzo 1844

La Batalla del 19 de marzo o Batalla de Azua fue la primera batalla en defensa de la Independencia Nacional, escenificada en Azua, República Dominicana, el 19 de marzo de 1844. Sus figuras más sobresalientes fueron Pedro Santana, Antonio Duvergé y Nicolás Mañón.

Inicio de la defensa por la Independencia

La Junta Central Gubernativa ordenó la lucha armada, y Azua se convirtió en el centro de las operaciones del ejército dominicano. El 11 de marzo, la Junta Central Gubernativa, llamó a los dominicanos a defender la independencia Nacional y a no dar “oídos a los que cobardemente piensan intimidaros”. colegios de federico froebel 2do bach 2010-2011

El 11 de marzo de 1844, tuvo lugar un encuentro armado en la Fuente del Rodeo, un lugar situado al pie de la Sierra de Neyba, en una franja que va desde La Descubierta hasta el este de Galván, entre las avanzadas dominicanas, comandadas por Fernando Taveras, envidas para hostigar las huestes de Souffront que se encontraba en Neyba.

El 13 vuelven a entrar en combate, pero esta vez en la Cabeza de Las Marías, Neyba, los dominicanos y las tropas haitianas dirigidas por los coroneles Hoche Vilbón y Cocq, que obligaron a los soldados dominicanos a replegarse hacia el este, en dirección del río Yaque del Sur.

La refriega de Las Hicoteas concluyó con el repliegue definitivo de las tropas dominicanas hacia Azua, con lo que se reforzó la defensa de la ciudad y se cumplió el primer objetivo de la estrategia dominicana: el hotigamiento de la avanzada haitiana del sur haciéndola retrasarse en su avanzada hacia azua, en donde debía encontrase con la avanzada del centro, comandada por el propio presidente Hérard.

El día 13 de marzo, Charles Hérard, que venía por el camino de Mirebalais, dirigió una proclama al pueblo y al ejército en la que expresó que se presentará a Santo Domingo como “misionero de paz y de verdad”, y que si no escuchan, empleará la fuerza.

Estas frases no tenían ninguna credibilidad para los dominicanos. Nadie podía pensar que Charles Hérard iba a ser un mensajero de paz. Para confirmarlo, ese mismo día Charles Herard, jefe de las operaciones del ejército haitianoy presidente de la República, ordenó al general Jean Louis Pierrot que se dirigiera hacia la ciudad de Santiago de los Caballeros con un ejército de 10,000 hombres.

El 14 de marzo, el general Pedro Santana salió hacia la frontera, con su ejército de 2,000 hombres, entre los que contaba hateros y monteros de El Seybo, Hato Mayor e Higüey.

Pedro Santana con su ejército, se uniría a las tropas de la región Sur que estaban comandadas por Manuel de Regla Mota, Antonio Duvergé, Vicente Noble y José María Cabral, reuniedos todos en Azua.

El 15 de marzo, regresó el Patricio Juan Pablo Duarte. Su presencia fue importante para el reforzamiento de la lucha. Trajo armas y pertrechos desde Curazao, las cuales puso al servicio de las labores de preparación del ejército.

El 16 de marzo, los dominicanos recibían la noticia de que el general haitiano Souffront, llegaba a Neyba con 10,000 soldados. Un mensajero enviando al general Pedro Santana, desde El Maniel, ha informado que los ejércitos haitianos “invaden ya el territorio”. Pedro Santana se entera de que las tropas de Souffront han sido retrasadas por las emboscadas, pero las tropas de Charles Hérard ya se encontraban cerca de Azua.

Mientras, Charles Hérard venía por Elías Piña, acercándose a San Juan. Ya se sabía que el día 17 de marzo, las tropas del invasor, estarían llegando a Azua.
Charles Hérard tomó a San Juan, sin disparar un sólo tiro. La estrategia dominicana era la de hostigar al invasor, para impedir su avance. Atraer al enemigo, era por el momento lo más importante.

Por eso, el día 18 tropas de Baní y Azua, bajo el mando del comandante Luis Álvarez, tuvieron un encuentro con las tropas de Charles Hérard en el paso del Río Jura, a unos pocos kilómetros de la ciudad de Azua.

Ese mismo día, por la tarde, llega Santana con sus tropas y se dispone finalmente la disposición de las tropas para el combate.

Inicio de la batalla
A las tropas que se encontraban inicialmente ya en el campo de combate, se unieron más refuerzos recibidos desde la ciudad de Jacmel, que era la zona que más soldados había “apostados al ejército haitiano en esta campaña”. La llegada de estos refuerzos, indicaba que los haitianos sabían la disposición de ser enfrentados por parte de los dominicanos.

Las operaciones del ejército dominicano estaban bajo el control superior del general Pedro Santana. Se hizo acompañar del general Antonio Duvergé, quien estaba encargado de velar por los diferentes flancos durante la batalla. Antonio Duvergé contó con refuerzos llegados desde Baní y de la misma Azua. El ejército dominicano combatió con dos cañones, uno manejado por Francisco Soñé y el otro por el teniente José del Carmen García.

Otros militares que combatieron fueron los fusileros Vicente Noble, Valentín Alcántara, Marcos Trinidad, Hipólito Garabito y un contingente de macheteros entrenados por Francisco Soñé, colocados en el lado derecho. En la retaguardia, Nicolás Mañón con 200 hombres en el Fuerte Resolí.

Al centro de la defensa dominicana una pieza de artillería y el grueso de las tropas de hateros y monteros, comandados por Juan Esteban Ceara, Lucas Díaz, Luis Álvarez, en donde también se encontraba el general Pedro Guillermo.

A la izquierda, otra pieza de artillería y los fusileros Feliciano Martínez, José Leger y Matías de Vargas.

Primer Ataque
Las tropas haitianas al mando de general Thomas Héctor, entran por el camino de San Juan y fueron rechazadas por el cañón de Francisco Soñé, y la fusileria de Juan Esteban Ceara, Lucas Díaz y José del Carmen García. El ataque provocó la huida de los invasores al río Jura.

Segundo Ataque
Los haitianos atacan por los caminos de los Conucos, en el a la izquierda dominicana. Allí fueron enfrentados por Matías de Vargas, Feliciano Martínez y José Leger.

Tercer Ataque

El ala norte del ejército haitiano que se encontraba avanzando por el camino de El Barro, se tropieza con las tropas fusileras de Antonio Duvergé y Vicente Noble. Los macheteros de Nicolás Mañón, que se encontraban en la reataguardia de esta posición, los rechazan en el Fuerte Risolí. El ataque provocó la huida de los invasores en desvandada y una mortandad mayúscula.

El éxito fundamental de la batalla, ideada por Antonio Duvergé y Francisco Soñé, (ya que Santana llegó a Azua el día 18 cuando ya el campo de batalla estaba dispuesto y habían tenido lugar las refriegas de la Fuente del Rodeo, Las Hicoteas y el Paso del Jura), se basó en la estrategia de hostigar hasta lograr retrasar al enemigo y alejarlo de los lugares donde pudieran encontrar provisiones para mantenerse en el campo de batalla.

Retirada de Pedro Santana
El 19 de marzo por la tarde las tropas dominicanas, tras una acelerada reunión, se retiran a Sabana Buey y dejan sin defensa el campo de batalla en Azua.

La retirada de Pedro Santana, provocó que el Gobierno Dominicano convocara una junta de guerra, en la cual se entrevistaron con Pedro Santana el presidente de la junta Tomás Bobadilla y Briones, y los generales Antonio Duvergé, Buenaventura Báez y Francisco Sanche.

Discutieron sobre la retirada de Pedro Santana y explicaron los inconvenientes que esto originaba, debido a que las fuerzas militares a partir de este momento, se reducirían. Pedro Santana argumentó que era una retirada estratégica para preservar la existencia de su ejército.

Mientras se encontraban reunidos, llegó la desagradable noticia de que el general haitiano Souffront se acercaba desde Neyba con un ejército poderoso.

Esta situación, provocó el primer enfrentamiento de Juan Pablo Duarte con Pedro Santana, quien era partidario de combatir en contra de los haitianos.

Otra amenaza era la partida de Pierrot, quien había ocupado a Dajabón y de allí se organizaba para llegar a Santiago.

El 21 de marzo de 1844 en Talanquera, Pierrot fue enfrentado por el general Tito Salcedo y el 24 de marzo en Escalante.

Ya Pedro Santana exhibía sus rasgos de dictador, oponiéndose en un momento de tanto peligro para la Nación a participar con sus tropas en el combate. Algunas personas para defenderlo, han argumentado que lo hizo, para preservar sus hombres.

Juan Pablo Duarte, indignado con la actitud de Pedro Santana, reaccionó solicitando permiso a la Junta de Gobierno encabezado por Tomás Bobadilla y Briones para atacar al ejército invasor.

Se vio claro que la Junta de Gobierno, sentía un gran temor de desautorizar a Pedro Santana. Además el grupo de Buenaventura Báez continuaba con su plan de protectorado o anexión a Francia, atemorizados también por la amenaza de una nueva invasión. No tenían fe en que los dominicanos podían enfrentar y ganar la batalla en contra del ejército invasor.

Estas ideas, eran contrarias totalmente a lo que Juan Pablo Duarte creía. Juan Pablo Duarte era partidario de defender el honor de la patria, sin contar con ninguna potencia extranjera. Confiaba en el valor de los dominicanos para construir su nacionalidad.

Al enterarse los haitianos de la retirada de Pedro Santana, Charles Hérard mostró una gran arrogancia. Las intervenciones del general Juan Pablo Duarte y Buenaventura Báez, trajeron como consecuencia, que Tomás Bobadilla y Briones acusara a estos generales de insubordinación y de no querer acatar las órdenes de Pedro Santana.

A su regreso a Santo Domingo, el 9 de abril de 1844, la Junta encabezada por Tomás Bobadilla y Briones, fue derrocada por los trinitarios y Francisco del Rosario Sánchez, se convirtió en el nuevo Presidente de la Junta.

Matías Ramón Mella fue designado gobernador de Santiago y desde allí procedió a organizar la defensa de la ciudad de Santiago de los Caballeros, frente a la amenaza de una nueva invasión.




domingo, 16 de junio de 2013

                                 Invacion del 14 de junio de 1959

El 14 de junio de 1959 patriotas dominicanos e internacionalistas de varios países desembarcaron, o intentaron desembarcar, por tres puntos de la geografía dominicana: Constanza, Maimón y Estero Hondo. La expedición, aunque fallida, marcó para el pueblo dominicano el principio del derrocamiento de la tiranía impuesta por Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien desde 1930 se había adueñado, literalmente, de ese país, convirtiéndolo en una finca de su propiedad.

ANTECEDENTES DE LA EXPEDICIÓN
El culto a la barbarie: crímenes, asesinatos, torturas, represiones, masacres indiscriminadas, fue la impronta de esa dictadura, transformada en un verdugo de pueblo, en una cárcel de pueblo. Solo la conocida masacre de haitianos, ordenada y llevada a cabo por Leónidas Trujillo, entre octubre y noviembre de 1937 en la ciudad fronteriza de Dajabón, donde murieron asesinados alrededor de 15 000 personas, es suficiente para calificarlo como el mayor genocida del Caribe.
ENRIQUE JIMENES MOYA, CON GORRA, Y EL COMANDANTE DELIO GÓMEZ OCHOA, EN HOLGUÍN, EL 12 DE JUNIO DE 1959.

Junto al terror desatado, Trujillo creó todo un mito, erigiéndose en el representante de un ser supremo. Fue tal la enajenación nacida del terror y el bitoque, que en muchos hogares dominicanos de aquellos años, se podían encontrar carteles que decían: "En esta casa mandan Dios y Trujillo". Nunca olvido las palabras que me dijera un humilde dominicano: "Fíjese si el terror era tanto, que las personas creían que con solo pensar que Trujillo era malo, él se enteraba y te mandaba a matar."

Por supuesto, que las décadas de dominio trujillista también se caracterizaron por la dependencia a los Estados Unidos, la vigilancia policíaca, la opresión de las masas y el establecimiento de una ideología fascista. Con el transcurso de los años, el poder del autodenominado "Benefactor de la Patria" fue siendo más brutal y sangriento. No existían límites para asesinar. En agosto de 1956, el compañero Fidel Castro, en carta dirigida al director de la revista Bohemia, compara a Trujillo con Batista y destaca que tanto en Cuba como en República Dominicana gobernaba un dictador. Fidel, subraya que Trujillo oprimía a los dominicanos desde hacía 25 años, y cómo en ese país el régimen se sostenía a fuerza viva. La camarilla adulona, rapaz y ambiciosa disfrutaba de todos los cargos del Estado, imperando por medio del terror, el allanamiento de los hogares a medianoche, la detención y tortura de los hombres y el alto número de desaparecidos sin dejar huellas. (Ver: Bohemia, 2 de septiembre de 1956, No. 36, p. 35.)

UNO DE LOS EXPEDICIONARIOS CUANDO ERA TORTURADO POR EL EJÉRCITO TRUJILLISTA.
Durante los 32 años de la conocida "Era de Trujillo", que se extendió hasta su ajusticiamiento en 1961, muchas fueron las acciones para derrocar a "Chapitas" (como le llamaban los cubanos a ese tirano por la cantidad de órdenes y medallas autotorgadas que colgaban sobre su pecho). Cerca de 20 sublevaciones y expediciones fueron preparadas. Una de ellas fue la de Cayo Confites, en 1947, llamada así por ser ese islote cubano, al noroeste de Nuevitas, el sitio donde durante varios meses se entrenaron cerca de mil doscientos combatientes dominicanos y cubanos que pretendían derrocar a la dictadura trujillista.

Entre los combatientes que zarparon en los barcos rumbo a Dominicana se encontraba un joven de veinte años, Fidel Castro Ruz, quien al percatarse de que la expedición había sido traicionada, se lanzó al agua con su armamento en medio de la bahía de Nipe y nadó hasta las costas de cayo Saetía. Para él era una cuestión de honor no ser arrestado, aun a riesgo de su vida.

EL COMANDANTE CAMILO CIENFUEGOS, EL TERCERO DE IZQUIERDA A DERECHA, EN LA DESPEDIDA DE LAS EMBARCACIONES EL 13 DE JUNIO DE 1959
Fidel, entonces estudiante de la Universidad de La Habana, había sido elegido presidente del Comité Pro Democracia Dominicana en ese centro de altos estudios. Por ello cuando se organizó el entrenamiento en Cayo Confites, se incorporó de inmediato: "Consideré que mi deber primero [ ] era enrolarme como soldado en la expedición, y así lo hice", contó años después a un periodista colombiano. (Arturo Alape: Fidel Castro y el bogotazo, Antes del Moncada, p. 71.)

CUÁNDO Y CÓMO COMENZÓ LA ORGANI- ZACIÓN DE LA EXPEDICIÓN
Como consecuencia del terror trujillista, muchos patriotas dominicanos de diferentes tendencias se vieron obligados a exiliarse en varios países de América Latina y el Caribe, donde recibieron apoyo material y espiritual en su lucha por la independencia de República Dominicana.
A finales de 1958, mientras el Ejército Rebelde dirigido por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, libraba la guerra de liberación en las montañas y los llanos de Cuba, justamente el día en que se conmemoraba la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo, aterrizó en Cieneguilla, Sierra Maestra, un avión procedente de Venezuela con armas para apoyar la ofensiva final. En ese vuelo, el 7 de diciembre de 1958, llegó el dominicano Enrique Jimenes Moya, quien se convertiría pocos meses después en el Comandante en Jefe de las Fuerzas Expedicionarias del 14 de junio.
El comandante del Ejército Rebelde, Delio Gómez Ochoa, autor del libro La victoria de los caídos y protagonista de aquella gesta, cuenta que Enrique Jimenes Moya "era portador de un mensaje escrito para Fidel, en el que la Unión Patriótica Dominicana de Venezuela lo nombraba como su genuino representante en la misión de foguear en la lucha guerrillera a un grupo de jóvenes dominicanos que deberían llegar a la Sierra Maestra.

La idea era que esos patriotas estuvieran listos militarmente para combatir a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina y para eso esperaban la ayuda del Comandante". (Editora Collado, segunda edición, República Dominicana, 2007, p. 22.)
Veinticuatro días después, el triunfo de la Revolución cubana impidió satisfacer la petición. Jimenes Moya fue el único que recibió preparación militar participando en algunos combates, en uno de los cuales fue herido.
En enero de 1959, ahora la Revolución en el poder, los dominicanos insistieron en su solicitud. Esta se aprobó, y por disposición de la dirección de la Revolución, el comandante Delio Gómez Ochoa asumió la dirección para el proceso de preparación: desde el recibimiento de los patriotas dominicanos, la logística y la selección de los lugares para el entrenamiento hasta la instrucción misma. Varios cubanos, combatientes del Ejército Rebelde, fueron seleccionados como asesores para el adiestramiento militar. El lugar escogido fue Mil Cumbres, en la Sierra de los Órganos, Pinar del Río, y se nombró al comandante Roberto Fajardo Fajardo al frente de la instrucción por la parte cubana, en el campamento.

 El centro coordinador de la conspiración contra Trujillo se estableció en N y 21, en el Vedado, en los altos del Club 21. Comenzaba a organizarse la primera manifestación internacionalista de la Revolución cubana en el poder.
Poco a poco, desde Puerto Rico, Estados Unidos, Venezuela y otros países, fueron llegando a La Habana los hombres que iniciarían la lucha armada contra Trujillo. Cada uno de los pelotones que se iba formando era portador del nombre de un patriota cubano o dominicano. Como los miembros eran representantes de diferentes tendencias y organizaciones, la dirección de la Revolución cubana contribuyó a propiciar la unidad entre ellos, aunque sin participar en sus reuniones y debates.

Entre los días 27 y 29 de marzo de 1959, en reunión efectuada en el Palacio de los Trabajadores, los combatientes dominicanos adoptaron los acuerdos definitivos y aprobaron darle el nombre de Movimiento de Liberación Dominicana a su organización revolucionaria.
Asimismo, suscribieron el Programa Mínimo de la Revolución Dominicana, que en lo fundamental dictaba lo siguiente:

Desde el punto de vista político, pretendía derrocar al régimen trujillista, establecer un gobierno provisional democrático revolucionario que en un periodo de dos años pusiera en marcha el Programa de la Revolución y convocara una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal.

En el aspecto social, concebían implantar una amplia Reforma Agraria, garantizar la libre organización de la clase obrera y campesina, iniciar una campaña de alfabetización y establecer un amplio sistema de seguridad social. Económicamente, pretendían fomentar el desarrollo del mercado interno y el poder adquisitivo del pueblo, desarrollar la industria nacional, expropiar a favor del Estado todas las industrias y propiedades adquiridas por el tirano, sus familiares y otras personas al amparo de la tiranía, y crear condiciones para asegurar posibilidades de trabajo a toda la población laboral. Por último, en el aspecto internacional, consideraban fomentar las mejores relaciones con los demás pueblos, basadas en la comprensión y el mutuo respeto.

Mientras tanto, la situación del área del Caribe se tornaba compleja, transitaba la triunfante Revolución cubana por sus seis primeros meses. Estados Unidos, dueño del traspatio latinoamericano, no podía permitir que el ejemplo de Cuba fuera imitado. La punta de lanza contra la joven Revolución fue la Organización de Estados Americanos, y la recalcitrante extrema vanguardia, precisamente el dictador Trujillo.

La preparación de los dominicanos avanzaba. El Movimiento de Liberación Dominicana se enriqueció con la integración de venezolanos, puertorriqueños, guatemaltecos, estadounidenses, españoles, y, por supuesto, de los asesores cubanos, quienes se disputaban el honor de formar parte de la expedición, pues siempre hubo un principio inviolable: la voluntariedad.

LA PARTIDA RUMBO A DOMINICANA
La fecha de la partida se acercaba. Fueron creados tres grupos de expedicionarios: dos irían por mar y el tercero en un viejo avión C-46. Los compañeros que viajarían en barcos se dirigieron a Holguín, pues desde Punta Arena, cerca de Antilla, saldrían hacia la costa septentrional de República Dominicana. Un grupo de 81 combatientes al mando de los dominicanos, doctores José Horacio Rodríguez Vázquez, jefe de las expediciones marítimas, y Virgilio Mainardi Reyna, iría en el yate Carmen Elsa y desembarcaría en Maimón.

El segundo, de 47 expedicionarios, comandado también por otros dos dominicanos: Rafael Campos Navarro y Víctor Mainardi Reyna, debería llegar a las costas dominicanas por Estero Hondo. (Todavía se desconoce en cuál de las dos expediciones iban otros 11 compañeros.)
Cerca de las cinco de la tarde del 13 de junio, el Comandante Camilo Cienfuegos despidió a los dos grupos y ordenó que hicieran la mayor cantidad de fotos que fuese posible. Las tres fragatas, que entonces tenía la Marina de Guerra Revolucionaria, servirían de apoyo y velarían por la seguridad de ambas embarcaciones.

Los 54 expedicionarios que viajarían en el avión, se trasladaron hasta Cayo Espino en el territorio de Manzanillo, y luego, tras su última caminata de entrenamiento, se dirigieron a Cieneguilla, también en el territorio de Manzanillo, donde la nave aérea los esperaba. En este contingente iría el Comandante en Jefe de la Expedición, Enrique Jimenes Moya y lo acompañaba el asesor militar cubano, comandante Delio Gómez Ochoa.
Un total de 198 hombres de siete países —151 patriotas y 47 internacionalistas— se disponían a derrocar a la tiranía que oprimía a República Dominicana.
A las dos de la tarde del 14 de junio despegó el avión rumbo a San Juan de la Maguana, pero decisiones de última hora lo llevaron a aterrizar en el aeropuerto militar de Constanza, una ciudad enclavada en las montañas, donde existía una fortaleza castrense. Eran las seis de la tarde, cuando tocaron tierra. Sin que el destacamento hubiera acabado de desembarcar fue descubierto por el ejército y se produjo un intercambio de disparos. A partir de entonces, la persecución por las tropas trujillistas fue implacable.
La situación creada al desembarcar provocó que muchos equipos y armamento quedaran en el avión, que el grupo se dividiera en dos, y que tomaran rumbos diferentes. La mayor cantidad, 34 compañeros, con Jimenes Moya al frente; el segundo, de 20 hombres, bajo el mando del dominicano Rinaldo Sintjago, segundo jefe político de las expedición.
Esa noche, probablemente al cruzar una zanja, el ayudante de Jimenes Moya perdió la mochila de este.

Cuenta Delio Gómez Ochoa en el libro mencionado, que en ella iban los mapas donde aparecían marcados los puntos de los desembarcos marítimos. Como los yates no arribaron a la costa hasta el 20 de junio, por inconvenientes que se presentaron en la travesía, al encontrar esta mochila horas después, el ejército supo con varios días de antelación el valioso dato.
Al día siguiente, Sintjago sugirió que el asesor principal cubano de la expedición, comandante Delio Gómez Ochoa, asumiera la responsabilidad del grupo en el que iba, lo cual fue aprobado por sus integrantes.
El plan concebido desde La Habana era que los tres grupos desembarcaran simultáneamente y luego se encontraran en un punto cercano a Constanza, donde el 2 de julio, en horas de la tarde, el comandante del Ejército Rebelde, Pedro Díaz Lanz, jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria, haría un lanzamiento de paracaídas con armamentos y otras necesarias vituallas. El lugar fue salvajemente bombardeado. Para esa fecha, Díaz Lanz había traicionado a la Revolución y desertado. Ese día, ya el traidor Díaz Lanz estaba en Estados Unidos, y el 9 de julio se encontraba en Washington, prestando declaración a un subcomité del Senado norteamericano. Tres meses después, el 21 de octubre de 1959, piloteaba el avión que ametralló la ciudad de La Habana, causando dos muertos (Reinerio González, en Monte y Rastro, y Joaquín Fernández, en Infanta y Carlos III) y cuarenta y cinco heridos, entre ellos niños y mujeres.

sábado, 15 de junio de 2013

Parque Nacional Los Haitises

Parque Nacional Los Haitises

El Parque Nacional Los Haitises, un denso bosque húmedo costero en la parte sur de la Bahía de Samaná, es una reserva inmensa llena de cuevas, pictografías tainas, bosques húmedos, y cientos de especies de aves, muchas de ellas endémicas. La característica que distingue a este místico lugar de los otros parques de la isla son sus mogotes o “lomitas” , que llegan a alcanzar los 40 metros de altura,  y  cubren la superficie completa del parque.  Este fenómeno se produce a causa de la geografía cárstica de la región, y los vientos alisios que, al chocar con los mogotes suben y producen lluvias casi todos los días del año.
Nuestro recorrido nos lleva a explorar sus hermosos senderos a través de bosques de arboles centenarios, cuevas tainas, cayos, y una de las reservas de mangle mas ricas del planeta. Culminamos nuestra aventura con un delicioso almuerzo típico en un restaurante famoso por tener la mejor minuta de la zona.
La Excursión Incluye:
Ubicacion Geografica
- Transporte en cómodo autobús desde Santo Domingo
-Permiso de entrada al parque
-Guía Ecológica
-Guías Guarda Bosques
-Caminata del Sendero “Bosque Húmedo” (1 hora y 15 mins.)*
-Transporte en bote alrededor del parque
-Visita a las cuevas “Arena” y “La Linea”
- Observación de Pictografías Tainas
-Galletas (dulces y saladas)
-Delicioso Buffet de Comida Típica (Incluye pescado Minuta)
*Esta aventura puede ser realizada por personas mayores de 5 años y tiene un grado de dificultad fácil.